Son muchas horas del día las que pasamos fuera de él, y si no estamos dispuestos a "habitarlo", cada vez nos costará más tiempo identificarnos con él... Hacer un lugar donde estar con la gente que queremos. Al final, siempre perdemos nosotros.
Pero el tiempo dedicado a pensar es grande, muy grande: ¿Cuánto dedicamos a hablar sobre una u otra serie de televisión, a contestar mensajes de W.App, por decir algo? El tiempo es oro, también para la familia. Invertir en "pensar" sobre las cosas que podemos hacer, no tiene momento, y sin embargo, llevar a cabo las acciones, no suelen ser tan "caras": pensar una receta distinta de pasta, o lavar unas cortinas, o comprar unas servilletas de colores alegres.
Feliz semana.
1 comentario:
Cuando se está a gusto en casa, se nota.
Mimar tu casa y tu familia no tiene precio. Es maravilloso.
Gracias por el artículo!
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