Nuestra actividad en la época de verano cambia radicalmente, esto se debe a un montón de factores que afectan de modo directo en nuestra manera de cocinar y de comer: las vacaciones, el calor, los amigos, las excursiones, las fiestas, la playa, etc hacen que nuestra alimentación sea diferente a otras épocas del año.
Como ya hemos citado, hay un montón de factores que alteran nuestra forma de cocinar, con el calor y las vacaciones gustan más las comidas frescas y estamos más en la calle y menos en la cocina. Los horarios al ser más relajados hacen que nos acostemos más tarde y nos levantemos también mas tarde, pero no por ello tenemos que saltarnos el desayuno: El aporte de hidratos de carbono, calcio y vitaminas nada mas levantarnos es muy importante. Un vaso de leche, una tostada de aceite de oliva con tomate o un zumo de frutas, un yogurt y cereales aportan todo lo que necesitas para empezar el día con energía.
Comidas, excursiones, meriendas y cenas.
Como ya hemos citado, hay un montón de factores que alteran nuestra forma de cocinar, con el calor y las vacaciones gustan más las comidas frescas y estamos más en la calle y menos en la cocina. Los horarios al ser más relajados hacen que nos acostemos más tarde y nos levantemos también mas tarde, pero no por ello tenemos que saltarnos el desayuno: El aporte de hidratos de carbono, calcio y vitaminas nada mas levantarnos es muy importante. Un vaso de leche, una tostada de aceite de oliva con tomate o un zumo de frutas, un yogurt y cereales aportan todo lo que necesitas para empezar el día con energía.
Comidas, excursiones, meriendas y cenas.