Cada vez somos más sensibles a las alertas alimentarias, en parte debido
al comercio internacional y a que, como es lógico, a nadie nos gusta
que nos den "gato por liebre", o vacuno por equino, como es el caso.
Salta la noticia de la venta de hamburguesas con carne de caballo, y por lo general contraemos el rostro. ¿por qué? ¿es peor que una de pollo? La carne equina es apta para el consumo humano, y no presenta inconvenientes en relación con la Seguridad Alimentaria cuando está debidamente manipulada.Sencillamente, no estamos acostumbrados a su consumo, pero la noticia sale a la luz como un fraude. Es decir: si el etiquetado pone vacuno 100%, p.ej., ¿por qué nos encontramos con otro tipo de carne?
Pero informémonos bien. La OCU señala la causa de la investigación, y de paso aporta información sobre otros factores que influyen en la calidad final del producto (hamburguesas frescas envasadas en este caso). Aconsejamos leer la
nota de prensa de la OCU (Organización de consumidores).
Que hayan salido a la luz irregularidades no significa que en absoluto debamos adquirir esos productos, aunque sí que nos informan del modo de trabajar de algunas marcas. Es importante mirar la calidad global del producto: muchas marcas no contienen carne de caballo, y sin embargo poseen una cantidad de aditivos y de sal superiores a la RDA (Cantidad Diaria Recomendada), o una cantidad de grasa inaceptable, o sencillamente un empaquetado y etiquetados de calidad nula.
Eso sí, si hay caballo donde no debía hacerlo, claramente hay un error grave de manipulación (deliberado o no) que debe corregirse.